La Crianza de Nuestros Hijos
Este es un corto extracto del eBook que estamos terminando. Algunos preguntan si es suficiente enviar a nuestros hijos a una clase dominical para que aprendan de Dios. Pues aquí te damos algunas cosas qué masticar por ahora! Ya tienes tu cafecito listo? Okey, sentémonos a platicar.
En toda área de mi vida, me encanta preguntar el porqué de las cosas:
¿Por qué deseo criar a mis hijos de esta manera?
¿Por qué pienso de esta manera en cuanto a la familia?
¿Por qué veo mi papel como mujer, esposa y madre de esta manera?
¿Por qué creo que este debe ser el camino para mis hijos?
Mucho de lo que pensamos, deseamos y creemos está basado en nuestras experiencias, lo que decía la abuelita, lo que subconscientemente recibimos de nuestra cultura, lo que leímos en una revista y lo que me hace sentir bien en el momento.
Muchos tenemos ideas diferentes acerca de lo que es la autoridad: algunos salen huyendo, otros se esconden pues sienten que nunca logran complacer a la autoridad presente, otros desean autoridad para sentirse significantes en la vida.
Pero hay una autoridad final, de donde viene toda autoridad y de donde recibimos la definición de dicho principio y la respuesta a nuestro “¿Por qué?: La Biblia, la voluntad de Dios amorosamente escrita para nuestra vida. Como discípulos de Cristo e hijos de Dios, este es el estándar de nuestra vida. Veamos qué dice al respecto:
Vemos en varios pasajes que la autoridad es dada por Dios, que hay un orden a seguir, y que debemos operar dentro de ese orden para que funcione nuestra vida como debe. Desde el principio, cuando Dios creó al hombre vemos su propósito y su misión.
Creó al hombre y a la mujer,
y les dio esta bendición:«Quiero que se reproduzcan,
quiero que se multipliquen,
quiero que llenen la tierra
y la pongan bajo su dominio.
Génesis 1:28
¿Cómo pondremos la tierra bajo nuestro dominio? Llenando la tierra de hijos que en su educación han conocido a Dios y aprendido a obedecer Su voluntad. Han experimentado el diseño de Dios en sus hogares y en su vida personal. ¡La institución familiar es de donde proviene este dominio!
¿Cómo podemos lograr esta educación en nuestros hijos? ¡Qué bueno que preguntas! En Deuteronomio 6, vemos las instrucciones de Dios a los Israelitas, la nación que Dios estaba apartando y preparando para que a través de ellos pudiera enviar Salvación al mundo entero a través de Jesús.
5 Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales. 6 Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, 7 y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes. 8 Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente.
Vemos en este pasaje que era un estilo de vida, un entrenamiento constante de la persona completa. Si te das cuenta, no los enviaban a una clase para que aprendieran a ser seguidores de Dios… todo se llevaba a cabo en los confines de la familia. El atarlas a mi brazo, tal vez, pero colgarlas en mi frente? ¡Me van a despeinar! Jiji.
Creo que podemos notar que esta educación era cosa seria. Lo tomaban MUY en serio. El título de este pasaje en mi Biblia dice “El Mandamiento Más Importante”.
Si queremos ver hijos que siguen en los pasos de Jesús, lo debemos tomar en serio y no equivocarnos en pensar que en la Escuela Dominical en la iglesia y con nuestro simple ejemplo aprenderán todo lo que necesitan.
Okey, Celina. Te escucho. Pero ¿cómo?
¿Qué instrucción tenemos como padres para llevar estas lecciones a cabo?
Psssss, ¡Mira no más! Eres igual que yo! Mil Preguntas! Que bueno, así debe ser!
En Efesios 6, después de hablarle a los hijos, el Apóstol Pablo instruye a los padres diciendo:
4 Y ustedes, los padres, no hagan de sus hijos unos resentidos; edúquenlos, más bien, instrúyanlos y corríjanlos como lo haría el Señor.
O sea, amorosamente y con gracia y misericordia, pero inamovible.
En la Biblia Amplificada en Inglés dice lo siguiente: (Traducción mía)
4. Padres, no provoquen a sus hijos al enojo [no los exasperen al punto de resentimiento con demandas triviales o desrazonables o humillantes o abusivas; tampoco demostrando favoritismo o indiferencia a ninguno de ellos], pero críalos [tiernamente, con amabilidad cariñosa] en la disciplina e instrucción del Señor.
Bueno, en conclusión ¿qué podemos ver aquí?
1.Que para llevar a cabo los planes de Dios en esta tierra, debemos criar hijos que le conocen y ceden a Su autoridad, ya que de adultos es a Él a quien obedecen y ya no a nosotros. Pero, si no aprendieron a someterse a una autoridad desde chicos ¿por qué pensamos que lo harán naturalmente de adultos?
2. Que la institución familiar es el lugar y el ambiente propicio para que se lleve esta educación y que como padres, Dios nos ve como los responsables para encaminar dicha educación.
3. ¡Que la Biblia sí es el manual para Padres de familia! Y nos da la instrucción necesaria para llevar a cabo esta gran responsabilidad, y que esta educación no solamente es mental, o en contextos sagrados, sino es completa, es decir, espíritu, alma y cuerpo, y cotidiana, en toda actividad, y en todo momento de la vida.
[reminder preface=”Pregunta:”]¿Cómo tomarás la oportunidad para educar a tus hijos en las cosas de Dios? Déjanos un comentario aquí.