¿No Más Discusiones?
Fijate que he estado pensando en el acuerdo entre tú y tu Papacito. ¿Sabes que esta es una de las áreas más importantes para una familia? ¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo? (Amós 3:3) Y si los miembros de una familia se pelean unos contra otros, la familia también acabará por destruirse. (Marcos 3:25)
Pero antes de seguir platicando, Hola, ¿qué tal? ¡Qué día más precioso! ¿Nos tomamos un Capuccino helado? Con miel de Caramelo y crema batida…mmmmmm! Sigamos nuestra plática en el balcón, ¿te parece?
En nuestros primeros años de casados, Brad y yo discutíamos. Yo constantemente trataba de convencerlo a que viera la vida como yo, pensara como yo, hiciera las cosas como yo. Cómo no? Si mi manera era la correcta! O por lo menos así pensaba en ese entonces.
Por ejemplo, tú sabes que me gusta ser eficiente y no perder el tiempo. Si se presenta algo que hacer, en cuestión de 5 segundos, ya tengo el plan fríamente calculado de la distancia más corta de punto A a punto B, con las prioridades en orden y la ruta necesaria para lograrlo en el tiempo más corto posible. (Respira profundamente) Qué rico sentí hablar tan eficientemente. Jiji. Pero Brad…
Brad es otra historia. A mi Papacito le gustaba hacer las cosas a última hora, mañana (no ayer), sin mayor plan, y, cuando lo conocí, no sabía la definición de la palabra “meta”. Para él la palabra más importante es “divertido”, para mí es “cumplido”.
Pues ya te imaginas los problemillas que esto nos causó!
Pero de ahí Dios, a través de unos amigos, nos enseñó acerca del acuerdo.
El acuerdo NO es ver la vida de igual manera, sino cada uno aportando su perspectiva y todo lo que ES para caminar juntos con unanimidad de propósito.
Ahhhhh bueeeeeno! Entonces no tenemos que ser idénticos! Ahora, Brad valora mi perspectiva femenina, pues entiende que él no puede pensar así. Recibe mi perspectiva como un regalo de Dios para ayudarlo a ver la vida de forma más completa. Y yo? Igualmente! Aprendí a valorar la forma en que Dios hizo a mi Papacito. No sólo su perspectiva masculina, sino también su personalidad.
Brad dice, “Celina se encarga de que tengamos una vida de propósito, yo me encargo de que la gocemos.” Sin él, todo sería trabajo serio, de una meta a la próxima, sin celebrar y gozar lo que pudimos hacer. Sin mí, todo sería diversión y fiesta. Pero sabes que ha pasado? He aprendido a ser más alegre y ahora Brad sabe lo que es poner y cumplir metas! Wupwup!
Y las discusiones? Pues digamos que eso quedó en el pasado y tenemos una nueva forma de tomar decisones con paz, alegría y emoción por lo que vamos a emprender. ¡Cuidado mundo! ¡Estamos unidos!
Y tú, ¿qué opinas?
Mira que yo creo que el evento de “discutir” está “devaluado. Se ve con una conotación negativa, como algo a lo que hay que correr. Alguna vez, (y esto lo he abanderado), me platicaste de una frase que había dicho la mamá de Brad: “ESCOGE TUS BATALLAS”. Y creo que eso es básico. Todo el tiempo estamos cambiando, creciendo, reajustando los enfoques y tomando nuevas decisiones juntos… y eso implica… DISCUTIR. Creo que el punto no es discutir o no, sino CÓMO lo haces, PARA QUÉ lo haces y POR QUÉ lo haces… si ésta es una “batalla” que vale la pena ser librada, es porque hay una meta (un bien mayor común) que vale la pena ser alcanzada y que quizá no se percibe en ese momento tan clara por uno o por el otro… y es entonces cuando hay que llevar los temas a la mesa… de la forma más inteligente y amorosa posible!!! ¿qué opinas?
Sí, sí, sí! Tienes razón al decir que una discusión es llevar temas a la mesa de la forma más inteligente y amorosa posbile. Yo usé la palabra “Discusión”, pero en realidad me refiero a “pelea”, que para mí es cuando uno o ambos en esencia dicen: “voy a proteger MIS derechos, MI perspectiva y no voy a ceder por mi orgullo.” ¡Gracias por ayudarme a aclarar! Voy a platicar más al respecto en mi próxima visita y ¡que siga la conversación!
Hola Celina:
Lo que hoy has compartido a jóvenes esposas es muy lindo.
Se trata de unir fuerzas verdad?
Muchas veces cuando estamos viviendo el momento de ver las diferencias y tratar de llegar a un común acuerdo la cosa se puede poner al rojo vivo. Si ambas personalidades y dones son respetados, y logra la pareja ver una imagen de lo que sera el futuro UNIENDO FUERZAS…
Se llega a una vida familiar balanceada como la que ya vives tu y Brad. Ese es el sueño de toda mujer. En la crianza de los niños es donde se tienen que unir los conceptos y como dices star en total acuerdo con el esposo. Cuando la pareja ama a Dios y respeta lo que El nos dice en la Biblia
el famoso “común acuerdo” debe ser lo QUE DIOS DICE.
un abrazo,
SA
Sí Mami, ¡bien dicho! Gracias por comentar!